Darse de baja de un teleoperador para cambiar a otro puede resultar en ocasiones una misión casi imposible. Y es que las compañías suelen poner trabas con el objetivo de retener el máximo tiempo posible a sus clientes que se verán en dificultades cuando quieran cambiar de compañía. Y en ocasiones estas dificultades son tantas que al final nos quedamos con nuestro teleoperador.
Darse de baja de un teleoperador
En ocasiones queremos darnos de baja porque no estamos contentos con nuestro teleoperador, pero también puede ser porque nos hayan hecho una oferta muy atractiva en la competencia. Sea por la razón que sea, el cliente tiene todo el derecho a cambiar de teleoperador cuando considere, sin embargo el camino en ocasiones puede ser realmente complicado. A día de hoy nos encontramos con mensajes en redes sociales de usuarios que no entienden el procedimiento para darse de baja, que siguen recibiendo facturas meses después de haberla tramitado o que tienen que pagar penalizaciones por irse de la compañía. Aquí os dejamos algunos consejos para darse de baja y cambiarse de teleoperador.
Consejos para darse de baja de un teleoperador
Cuidado con las permanencias
Cuando queremos darnos de baja y cambiar de compañía móvil, en un principio no debemos ponernos en contacto con nuestro teleoperador. Y es que lo habitual es que sea la nueva compañía la que se encargue de todas las gestiones relacionadas con la portabilidad. Pero aunque lo harán por nosotros conviene revisar el contrato para asegurarnos que estamos fuera ya del período de permanencia contratado, porque si no deberemos pagar la correspondiente penalización que puede llegar a ser una cuantía considerable. Este coste debe ser proporcional al tiempo de servicio transcurrido y no será una tarifa fija (al menos desde julio de 2014). De todas maneras para asegurarnos que no estamos dentro del periodo o para conocer la cuantía de la penalización, podremos preguntarlo cuando nuestra antigua compañía nos llame para confirmar la baja.
Prepárate para escuchar contraofertas
Cuando la antigua compañía sepa que nos queremos dar de baja y cambiar de operador nos realizará una contraoferta para intentar mejorar nuestra situación en comparación con lo que nos ofrece la nueva compañía. Tenemos derecho a aceptarla o rechazarla, pero en ningún caso deben obligarnos a aceptarla y no pueden usar amenazas de costes extraordinarios con el objetivo de obligarnos a aceptar y quedarnos en la compañía.
Cambio de proveedor de internet
En el caso de querer darnos de baja y cambiarnos de teleoperador de internet el tema es un poco más complicado porque todas las gestiones las deberemos hacer nosotros. Los trámites pueden realizarse vía telefónica aunque el teleoperador actual nos pida hacerlo de otro modo ralentizando el proceso y quizás disuadiéndonos a abandonarles, pero la ley permite el teléfono.
No pagues el router
Cuando quieres darte de baja de una compañía y cambiar a otro teleoperador pueden intentar cobrarte un router que nunca más volverás a utilizar. Niégate a ello, la broma puede llegar a los 200 € en el caso de los routers de fibra, casi nada.
Tramita una baja exprés
Si queremos cambiarnos de teleoperador sin haber cumplido los plazos establecidos en el contrato, nos expondremos a la misma penalización explicada para los contratos con compañías de telefonía móvil. Ahora bien, una argucia que suelen utilizar antes de finiquitar el servicio es la de la última factura. Y es que debes saber que las compañías sólo tienen por ley el derecho a cobrar los dos días siguientes hábiles una vez que se pida la baja, ya que esta debe ser tramitada en 48 horas. Nada de que te cobren una mensualidad entera por disfrutar de su servicio tres días. Por eso se recomienda cuando queremos darnos de baja y cambiarnos de compañía decir de viva voz que queremos que sea una “baja exprés” para que quede grabado en la conversación y pueda servirnos de cara a futuras posibles reclamaciones.
Cuidado con las ofertas convergentes
Darse de baja y cambiarnos de teleoperador es aún más complicado cuando tenemos contratado un servicio convergente en el que hay telefonía móvil, fija, televisión, internet, etc. Y es que el hecho de tener todo un paquete contratado hace que los precios varíen en el momento en el que damos de baja uno de los servicios. En este caso lo más recomendable para que la factura no acabe disparándose es darse de baja y cambiar de compañía todo, buscando un paquete de servicios interesante en la competencia.